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No hay nada más relajante que escuchar el sonido de las olas mientras descansas junto al mar. Si bien se puede pensar que es la imaginación, en realidad diversos estudios demuestran que los beneficios de ir a la playa incluyen un mayor rejuvenecimiento, a medida que los patrones de ondas del cerebro encuentran un estado de verdadera calma. Además, cuando juegas en las olas, tu cuerpo se ve obligado a enviar más sangre al corazón mientras flotas. Este aumento del flujo sanguíneo maximiza tu estado de alerta, haciendo de las olas una buena razón para ir a la playa.
Algunos pueden estar en desacuerdo, pero uno de los mayores beneficios de ir a la playa es cuán cansado te sentirás después. Ese agotamiento, aunque no siempre sea bienvenido, significa que podrás dormir mejor cuando llegue el momento de acostarte. El aire fresco que respiras en la playa está lleno de iones que mejoran tu capacidad de absorber oxígeno. Los elevados niveles de oxígeno nos permiten entrar en un estado profundo de relajación, por lo que siempre duermes mejor después de un día en la arena. Los expertos argumentan que los efectos positivos de la playa se pueden sentir horas, e incluso días, después de que te vayas.
El aire salado del océano levanta el espíritu
Además de asegurar que duermas bien por la noche, la brisa del océano también brinda algunos grandes beneficios para la salud mental. El más importante de estos beneficios de la playa es la elevación de tu estado de ánimo, ya que la brisa fresca del océano te ayuda a combatir la depresión. El aire salado, que contiene una gran cantidad de iones, puede aumentar tus niveles de serotonina, haciéndote más feliz, por más tiempo. Por lo tanto, según investigaciones, los beneficios de ir a la playa no solo mejoran tu salud física, sino también tu salud mental.